Actualmente, todas las personas nos encontramos viviendo en un mundo en el que prácticamente nos es imposible decidir o elegir por nuestra propia convicción a qué sistema económico, político y/o social deseamos pertenecer, debido a que desde nuestro nacimiento nacimos inmersos en una ideología y manera de hacer las cosas, que difícilmente pueden ser cambiadas, y de ser posible, requerirían quizá un gran número de años, así como un gran número de personas para llevarlo a cabo.
Sin embargo, durante la Guerra Fría, ocurrió una gran lucha entre dos grandes bloques que dividían al mundo, cada uno con sus ideologías, completamente contrarias a las del bloque opuesto, la cual consistió en el enfrentamiento político, ideológico, económico, social, tecnológico, militar e informativo entre ambos bloques, con el fin de asegurar la predominancia de sus ideas en el mundo, y evitar que el bloque contrario ganara más territorios o adeptos. Estos bloques eran el capitalista y socialista, liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética, respectivamente.