Consecuencias sociales, políticas y económicas de la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial, comenzada en el año de 1939, fue un conflicto militar en el cual se vieron involucrados los países de Rumania, Hungria, Bulgaria, Finlandia, Austria, Tailandia, a los cuales estaban aliados los países de Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Union Sovietica, China, Australia, Nueva Zelanda, Canada, Belgica, Holanda, Polonia, Grecia, Yugoslavia, Noruega y Brasil, por lo cual se considera como un evento global.

 

Al finalizar la guerra, en 1945, fueron contabilizados numerosos estragos tanto económicos como sociales y políticos, de los cuales se hace un recuento general a continuación:

Clic en la imagen para ampliarla

Dentro de las consecuencias sociales, podemos resaltar el número de muertos, el cual se estima que fue de 50 a 70 millones, incluyendo personas que murieron a causa de la pobreza extrema, el hambre y las pésimas condiciones de vida en que tuvieron que intentar sobrevivir.

Después de la guerra, numerosos grupos neo-nazis fueron apareciendo, lo cual causó temor a la población así como desorganización poblacional y militar. Agudizando más los problemas, un gran número de ciudades, pueblos y familias habían sido completamente destruidas, y las vías de comunicación se encontraban en las peores condiciones, haciendo casi imposible el tránsito de personas o su comunicación con el mundo exterior.

Además, al no haber qué, con quién o cómo comerciar, la economía se encontraba estancada, generando una escasez de recursos y empleos, lo cual nos guía a abordar las consecuencias económicas producidas por la guerra:

Debido a las pérdidas materiales, miles de millones de dólares fueron necesarios para reconstruir ciudades e infraestructura afectada por la guerra, lo cual condujo a las naciones europeas a su endeudamiento y debilitamiento económico, frente al fortalecimiento de Estados Unidos, que se encargaba de realizar préstamos y venta de víveres y materias primas a los países Europeos, aumentando considerablemente sus ganancias.

Sin embargo, no todas las consecuencias fueron malas, puesto que debido a los grandes flujos de capital y recursos tanto materiales como humanos, Estados Unidos se convirtió en la primera potencia mundial, dadas sus altas producciones y nuevas tecnologías, lo cual los motivó a avanzar en la investigación y renovación tecnológica, mejorando así el nivel de vida de muchas personas en Estados Unidos, puesto que las altas demandas generaron mayores empleos.

Aunado a esto, se generaron sindicatos y movimientos obreros, que expandieron por el mundo sus ideas y aumentaron notablemente su influencia en los sistemas económicos y políticos, reduciendo así el poderío establecido por las monarquías europeas, e impulsando el socialismo democrático.

A continuación puedes ver un video que relata e ilustra muchas de las consecuencias de esta guerra:

A pesar de los puntos positivos que pudiéramos resaltar, un gran número de naciones decidieron que lo mejor para las economías mundiales, y sobre todo, para la sociedad, era promover la paz entre los países y llegar a acuerdos en lugar de utilizar la fuerza como intento de resolver sus diferencias, debido a los grandes estragos que ya habían experimentado. Por tal motivo, el mismo año en que la guerra concluyó, un gran número países firmaron para unirse a la Organización de las Naciones Unidas, convirtiéndola en la mayor organización internacional existente hasta la fecha, lo cual indudablemente ha sido un gran avance para evitar más catástrofes humanas, provocadas por humanos.